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Pues eso, que andaba dándole vueltas al tema de la factura digital para hacer más cómodo el tratamiento y almacenamiento de información de las facturas, así que he estado mirando un poco lo fácil o difícil que puede ser implementarlo.

Una factura digital no es más que una factura con la firma digital emitida por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o cualquier entidad registradora autorizada por la Agencia Tributaria. Lo primero es solicitarla. Después, este certificado digital que incluye la clave pública, nombre del propietario o fecha de expedición, debe ser enviado a clientes y proveedores con el fin de que puedan validar la firma (también deben estar de acuerdo en sustituir el papel por el formato electrónico).

Ya tenemos firma digital y está validada por clientes y proveedores. ¿Ahora qué? Pues lo que mayor dificultad puede suponernos: adaptar nuestra herramienta de facturación al nuevo sistema o migrar el ERP o herramienta de gestión a otro que ya integre la opción. Este último caso es costoso y hay que valorar si merece la pena (si la cantidad de facturas mensuales no es muy grande, olvidarse).
En el caso de adaptar la herramienta de facturación, lo que se suele hacer es integrar una aplicación web que permita:
• Gestión y seguimiento de facturas.
• Diferentes sistemas de Cifrado y Firma.
• Soporte diferentes protocolos de comunicación.
• Integración con las aplicaciones internas.
• Transformación de formatos.
• Automatización de procesos.

...si es libre, mejor ;P Y eso sería todo.

El principal inconveniente a la hora de dar el salto es el coste de implantación de la parte informática, en la que habrá que valorar el ROI.

Ventajas de adopción:
recortes de costes por emisión y recepción de facturas de entre 0,7 y 2 euros por unidad, incremento de la seguridad, la mejora en el tiempo de entrega, el control de la fecha y hora de envío, minimizar los errores de manipulación y una disposición más ordenada de los documentos (por fecha, concepto, cuantía, etcétera) en el archivo.

La Administración es la primera interesada en que la factura electrónica se difunda, y de hecho, antes de 2009 sus proveedores deberán facturar electrónicamente. Para que esto sea posible, algunos abogan por otorgar cierto trato de favor en materia fiscal para convencer a los usuarios. Otros organismos, como la Agencia Tributaria, también reclaman esfuerzos. Según el director de comercio electrónico de Aecoc, Alejandro Sánchez, "la próxima reforma fiscal contemplará ayudas para la I+D y la innovación que podrían incluir la implantación de la e-factura". Veremos. Yo, por de pronto, empezaré a dar la coña para que me lo implanten. Ventajas de emprender una "TIC" ;)