
Sus justificaciones son que "generará graves desigualdades sociales", "resulta pedagógicamente inadecuado" (merma la calidad de la enseñanza y resta valor al libro) y, cómo no, "provocará la desaparición de 1.500 puestos de trabajo en el País Vasco, lo que significa el 30% del sector".
Básicamente, la iniciativa consiste en que los libros «pertenecerán al centro educativo» y pasarán «de mano en mano» entre los alumnos durante un periodo de, al menos, cuatro años, que es el cálculo de vida del material educativo.
Así, a los editores y libreros se les acabaría el chollo de cambiar las tapas todos los años y forrarse a vender, con precios desorbitados, reservas, listas de espera...sólo lo harían cada cuatro años, y claro está, no es lo mismo.
La alternativa que proponen es la fórmula del 'cheque-libro', sufragado con fondos públicos y que los centros entregarían a los padres de alumnos para acudir a las librerías y comprar el material que necesiten. Total, que ellos puedan vender y recaudar lo mismo, pero ahora de los fondos públicos, o sea, de padres con hijos en edad escolar, padres en general y no padres.
Un alternativa muy innovadora a un modelo de negocio obsoleto, sí, sí. Me suena a algo relacionado con la industria audiovisual pero ahora mismo no caigo... ;P
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